lunedì, 20 Marzo
HomeOpinioniPere Aragonès, 132 presidente de Cataluña

Pere Aragonès, 132 presidente de Cataluña

El pasado viernes, Pere Aragonés fue investido presidente de la Generalitat, que es la institución del gobierno de Cataluña.Impresiona pensar que tiene 131 precedentes en el cargo, a pesar de haber sido una institución abolida por el régimen borbónico durante más de dos siglos.

El primer presidente fue Bernat de Cruïlles, canónigo de la catedral de Girona, consagrado obispo por el papa Clemente VI. Se atrevió a excomulgar al Rey de la Corona de Aragón, Pere el Ceremonioso. Presidió la Diputación del General desde el 1359 hasta su muerte, en 1362.

El decimoquinto presidente, Joan Desgarrigues (1419-1422), fue el primero al que se le encomendó la defensa de la estructura constitucional catalana ante las posibles extralimitaciones del rey de Castilla. Empezaba la lucha por defender la soberanía ante las injerencias foráneas. Seiscientos años después, Pedro Aragonés aún lo tendrá más complicado, en este sentido.

El presidente número 94 fue Pau Claris(1638-1641), que se solidarizó con la revuelta de los campesinos del país contra los abusos de los soldados del Rey de Castilla en su paso por tierras catalanas para ir a luchar contra las tropas francesas. Pau Claris negoció con los emisarios del cardenal Richelieu para hacer de Cataluña un protectorado francés alejado de las garras del rey de Castilla, en plena guerra de los 30 años. Pero Claris murió en 1641 – no se sabe si envenenado – y Richelieu murió al año siguiente.

El presidente número 121 fue Josep de Vilamala (1713 a 1714), cuando Barcelona estaba sitiada por las tropas castellanas y borbónicas. Tras una heroica resistencia contra unas fuerzas mucho más numerosas, Barcelona cayó y Felipe V abolió la institución de la Generalitat.

Ya en el siglo XX, Enric Prat de la Riba, presidente de la Diputación de Barcelona, consiguió mancomunar las cuatro diputaciones catalanas y emprendió una formidable obra de reconstrucción nacional, impulsando la modernización de Barcelona, la creación del Instituto de Estudios Catalanes y otras infraestructuras culturales de primer orden, a pesar de la escasez de medios. Su obra fue continuada por Puig i Cadafalch, hasta que un golpe de estado militar abolió la institución e instauró la dictadura de Primo de Ribera(1923).

Cuando se proclamó la República (1931), Francesc Macià fue investido 122º presidente. Pretendió hacer una república independiente catalana, pero la amenaza del ejército español le aconsejó limitar el autogobierno a una nacionalidad autónomadentro de España.

El siguiente presidente, Lluís Companys, fue detenido por la Gestapo, entregado a Franco y fusilado en 1940 tras un consejo de guerra sumarísimo.

El 124º y el 125º presidente, Irla y Tarradellas, lo fueron en el exilio, durante la dictadura de Franco. Tarradellas sobrevivió a Franco, pudo regresar a Barcelona y presidió una simbólica Generalitat provisional, aún antes de aprobarse la Constitución Española. En 1980, Pujol ganó las elecciones parlamentarias y sucedió a Tarradellas.

El 126º presidente fue, pues, Jordi Pujol. Durante muchos años había luchado contra la dictadura, lo que le comportó persecución, tortura, consejo de guerra y prisión. Entre 1980 y 2003, Pujol continuó el trabajo de reconstrucción nacional que había comenzado Prat de la Riba.

El 127º fue Pasqual Maragall, el hombre que, siendo alcalde de Barcelona, había conseguido para la capital de Cataluña los Juegos Olímpicos de 1992. Ya en la Generalitat, constató que el centralismo español ahogaba Cataluña e impulsó un nuevo Estatuto de Autonomía. La campaña de la derecha española contra este estatuto, y su anulación por parte del Tribunal Constitucional español fueron el detonante del actual conflicto territorial entre Cataluña y España.

El 128° presidente fue José Montilla. Era socialista, como el presidente de gobierno de España de la época, Rodríguez Zapatero. Montilla lo dijo claramente: o España respetaba Cataluña (en el trato político y en el trato fiscal) o la desafección catalana hacia España sería irreversible.

El 129º fue Artur Mas. Acabó inhabilitado para organizar una consulta no vinculante sobre el futuro político de Cataluña.

El 130º fue Carles Puigdemont. Para millones de catalanes es aún hoy el legítimo presidente. En 2017 proclamó la república catalana tras un referéndum de autodeterminación. El estado español reaccionó encarcelando todos los miembros del gobierno catalán que pudo -que hoy siguen en prisión. Puigdemont y algunos de sus consejeros se exiliaron, son eurodiputados y están acumulando victorias en los tribunales europeos, que desautorizan sistemáticamente las resoluciones del Tribunal Supremo español.

El 131º presidente fue Quim Torra, que acabó inhabilitado por un organismo español: había colgado una pancarta que reclamaba la libertad de los presos políticos en el balcón del palacio de la Generalidad en periodo electoral. Fue condenado por desobedecer a la Junta Electoral.

Que tenga mucha suerte el flamante 132ªpresidente, Pere Aragonés. Presidir Cataluña es una tarea de riesgo que no suele acabar bien, como la historia demuestra.

Enric Casulleras / Universitat de Vic
Enric Casulleras / Universitat de Vic
Docente della Universitat de Vic, Departament d'Economia i Empresa
RELATED ARTICLES

Croce Rossa Italiana

spot_img

Save the Children

spot_img

Seguici sui social

Fondazione Veronesi

spot_img

Fondazione G. e D. De Marchi

spot_img

Fondazione Veronesi

spot_img

Salesiani per il sociale

spot_img

Campus Biomedico

spot_img
Social Media Auto Publish Powered By : XYZScripts.com